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LITOGRAFIAS: 1929 a 1935

La técnica de la litografía para la producción de estampillas fue introducida en 1929, por el Taller Nacional de Grabados. Al igual que el fotograbado, la técnica carece del nivel de detalle de la estampilla grabada. El costo del proceso de impresión, sin embargo, y la velocidad del mismo permitieron que muchos años después se popularizara, especialmente cuando se introdujo la técnica mejorada conocida como offset.

 

La litografía se basa en el principio que dicta que "el agua con el aceite no se mezclan". Haciendo uso de agua y tinta de tipo hidrofóbicas, las imprentas producen una imagen sólida y plana, con un nivel de nitidez bastante alto, comparada con las imágenes difusas resultantes del fotograbado. Al comparar las series litografiadas que fueron producidas entre 1929 y 1935, los coleccionistas podrán observar mejoras en la calidad de la impresión.

 

Las estampillas de 1929 no solamente fueron significativas por el evento que conmemoraron y por haber sido impresas en nuestro país, sino también por la enorme cantidad de errores de impresión (colores, desplazamientos de viñetas, viñetas invertidas) y perforaciones defectuosas. Las siguientes imágenes, tomadas con ayuda de un microscopio, muestran las diferencias de calidad entre las imágenes fotograbadas (izquierda) y las imágenes litografiadas (derecha). 

TALLER NACIONAL DE GRABADOS

1929

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